Tan aburrido ...

¿Qué hacer en un día nevado y encerrado en casa? No mucho quizas. Y ahi estaba, la nacion más grande del mundo aburriendose epicamente recostado en el sofá de la sala de su casa mirando el techo y contando cuantos focos tenia el candelabro y como seria la mejor forma de aflojarlo un poco para luego atraer a alguien debajo de el y que el candelabro en cuestion caiga sobre esa persona. Si, temas comunes pasaban por la cabeza del ruso.

Y lo peor era que no tenia ni un minilitro, ¡ni un condenado minilitro de vodka en toda la casa!, se preguntaba quien era el que lo habia maldecido, así podria devolverle la maldicion de forma mucho mil veces peor.

Se quito algunos mechones de la cara que solo estorbaban su vista a su perfecto y blanco techo. Estaba TAN aburrido.

Se levanto de golpe cuando escucho unos golpeteos en su puerta, camino hasta su puerta cuando encontro un semi congelado Japonés. Le parecio extraño que el asiatico estuviera ahí, que el recordara no se llevaban para nada bien.
- Privet Japón, ¿Qué haces por aqui, ne? - pregunto como si nada, bastante interesado.